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Exclusive interview

Pablo Crosetti con Padel Alto: “Cuando Bela lo llamó, Agustín no se animaba a coger el teléfono”

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Pablo Crosetti en una entrevista exclusiva con Padel Alto. El entrenador de Agustín Tapia, nos cuenta acerca de sus comienzos en su Rosario Natal, su relación con el super talentoso Elías Estrella y la experiencia de haber entrenado a Agustín desde los 13 años, hasta convertirse en el jugador de la pareja top 3 del ranking mundial.

- Lo de Agustín es espectacular, lo entreno hace muchísimos años y todos los días me sorprende.

Pablo Crosetti nació hace 31 años en Rosario, en la República Argentina. Es sin duda uno de los entrenadores más exitosos del pádel mundial, y también uno de los más jóvenes. Es revolucionario e innovador, adapta entrenamientos de otros deportes al pádel, y se autodefine como un enamorado del entrenamiento en etapas menores. Hoy tiene dentro de sus alumnos a algunos de los mejores jugadores del mundo, como Jessica Castelló, Alix Collombon, Anna Cortiles, Noa Canovas, Denis Perino, y Agustín Tapia. 

— Desde juveniles siempre vi el pádel de una forma que no era la de jugador, pero ser entrenador desde tan joven nunca fue una ventaja. Siempre debía ser el más preparado, para que me tomaran en serio.

Pablo, tenía su academia en Rosario, donde recibía y entrenaba a jugadores de toda la Argentina. Uno de ellos fue el súper talentoso jugador Elías Estrella, fallecido en un trágico accidente de tránsito mientras viajaba a una exhibición junto a Martín Di Nenno.

— Siempre digo que gracias a Elías yo estoy aquí. A Elías yo le di clases desde los 10 años, él era uno de los alumnos avanzados de la escuela. Primero entrenaba con nosotros, y luego nos superó en un año, para mi se volvió como mi hermano menor. Su crecimiento fue brutal, y lo llamaron de la selección argentina. Estaban Di Nenno, Stupa, Elías, Chingotto, Tello, esta generación dorada del pádel argentino. Y nos pidió a Andrés (su socio) y a mí que seamos sus entrenadores, viajemos con él y lo acompañemos a los torneos. Yo estaba en ese momento estudiando licenciatura en economía en la universidad, y no tenía tiempo. Tenía que tomar una decisión, a los 22 años deje la carrera y me dedique de lleno al padel.

Con su academia funcionando de la mejor manera, y en su mejor momento profesional, llegó la trágica noticia de la muerte de Estrella, con tan solo 20 años de edad. Ese fue un momento bisagra para Pablo, que terminó tomando la decisión de emigrar a España, para continuar con su carrera.

— Su fallecimiento fue un golpe brutal, lo peor que me pasó en la vida. Él era como mi hermano menor, era mi alumno de toda la vida. En el velorio, conocí a los dueños de NOX y la relación se mantuvo. Luego de unos meses me ofrecieron venir a Barcelona, como director deportivo de un club del que eran dueños. Les dije que no dos o tres veces, porque yo en Argentina estaba en el mejor momento profesional, teníamos la academia funcionando de forma espectacular, con jugadores como Agustín, Matías Del Moral y Federico Chiostri. Pero yo sentía que tenía que cerrar emocionalmente la etapa de Elías. Así que lo hable con mi mujer, y termine por aceptar la propuesta.

Una vez asentado en Barcelona, Pablo comenzó a ser el puente entre esos chicos que entrenaba en la academia y el pádel europeo. Fue así, cuando en una gira de APT se reencontró con Agustín Tapia luego de 8 meses.

— Cuando yo vine a Barcelona, Agustín quedo en mi academia en argentina. Cuando ganó un torneo de APT, como premio el circuito le regaló una gira por Barcelona, yo hacía 8 meses que no lo entrenaba y fue como un reencuentro. Ahí organizamos un torneo exhibición en el club contra Lamperti, y todo el mundo enloqueció. En esa gira logró la entrada a cuadro en el WPT de Barcelona. Allí lo vio la gente de NOX, he hicieron todo lo posible para que Agustín viniera a vivir a Barcelona.

Y continúa…

— Yo tenía una habitación libre en mi casa y hablé con su familia, porque él era menor. NOX le brindó el patrocinio, pagando todos los gastos y el vino a vivir a mi casa. Lo importante era que él estuviera en un ambiente familiar, que creo que fue uno de los puntos fuertes para que le fuera más fácil la vida fuera de su casa.

 P.A: ¿Cómo comenzó tu relación con Agustín Tapia?

— Con Agustín tenemos una relación de muchísimos años, no es ni siquiera una relación entrenador alumno. Yo lo vi por primera vez en un campeonato de menores en Argentina, tenía 12 años, y fue espectacular verlo jugar, ya destacaba, era un jugador súper talentoso, ya la sacaba x3 como lo hace ahora.  Cuando empezó con nosotros en la academia, él hacía unos esfuerzos enormes por venir a entrenar. Él viajaba 1400 km solo en autobús con 13 años, para luego pasar 2 meses fuera de su casa, lejos de su familia y amigos, entrenando. A los 15 años ya se fue a vivir a Rosario, a un apartamento que le conseguimos frente al club. En poco tiempo ya era número 2 del circuito de menores.

 “Cuando lo llamó Bela para jugar tuve que atenderlo yo, porque Agustín no se animaba a coger el teléfono”

— Lo de Agustín es de locos, ha jugado con los mejores, Juan Martín Díaz, Bela, Lima, Sanyo… Cuando se comunicó Juan Martín Díaz para formar pareja Agus estaba lesionado, y Juan espero su recuperación para jugar con él. Recuerdo cuando lo llamo Bela para jugar y tuve que atenderlo yo, porque Agustín no se animaba a coger el teléfono; y ahora está aquí con Sanyo siendo 3 del mundo.

El crecimiento de la carrera de Tapia ha sido exponencial, jugando junto los mejores del mundo; y Crosetti siempre estuvo allí a su lado, sumando en los equipos de los que le tocó formar parte.

— Agustín se fue nutriendo de todos sus compañeros y de los entrenadores de sus compañeros, y yo siempre estuve ahí como parte del equipo de trabajo. Nunca tuve el ánimo de protagonismo, sino sumar desde mi lugar al equipo. Y así lo entendió también Sanyo y su equipo.

P.A: ¿Cómo han logrado acoplarse Claudio Gilardoni y tú?

— Con Claudio formamos un equipo brutal, porque ninguno tiene afán de protagonismo y los dos somos personas que tenemos ganas de que aprender día a día. Tenemos una excelente comunicación y trabajamos muy bien, no solo él y yo, sino todo el equipo en conjunto. El éxito que estamos teniendo tiene mucho que ver con la relación que tenemos como equipo.

P.A: ¿Qué crees que le aportó Sanyo Gutiérrez a Agustín como Jugador?

— Dani es un jugador que siempre quiere enseñar a su compañero, siempre quiere aportar su grano de arena. Y Agustín es un chico que escucha mucho, y que recibe muy bien los consejos. Sanyo está ayudándolo en el proceso de convertirse en un jugador más maduro. Son el complemento perfecto, la relación entre ellos es genial. Se saben decir las cosas, las buenas y las malas, saben callarse cuando toca y saben escucharse.

P.A: ¿Que se requiere para entrenar una pareja y volverla ganadora?

— Para la convivencia en el día a día y en los torneos, un buen equipo de trabajo es fundamental para lograr una pareja ganadora. También Hay que saber diferenciar los momentos, no es lo mismo el entrenamiento de una pareja que acaba de ganar o que acaba de perder un título. En una pareja que acaba de ganar es más fácil corregir errores, en la que acaba de perder, primero hay que reforzar la confianza. 

P.A: ¿Cómo se puede mantener un ritmo de entrenamiento con un calendario deportivo tan cargado de torneos?

— Es realmente caótico a nivel entrenamiento, no es lo mismo volver un viernes que un sábado o un domingo. Con los torneos uno detrás de otro puedes tener 3, 2, 1 o ningún día para entrenar. En los torneos tampoco hay preparación física, lo que puede conllevar a sufrir lesiones.

“Sería una gran decepción en mi carrera si Agustín no llega al número uno”

P.A: Luego del título en el Open de Viena, Sanyo dijo que no ve un techo de crecimiento en Agustín. Tú que lo conoces hace tanto, ¿dónde está su techo? Si es que lo tiene.

— Desde las categorías menores a Agustín nunca le vi techo. Cada día se va perfeccionando y evolucionando, cada día que pasa va sumando cosas y volviéndose un jugador distinto. No solo crece, sino que además se transforma. Un partido puede ser el Agustín que hace cosas imposibles y al siguiente si el partido lo pide, ser el jugador que pasa todas las bolas generando volumen de juego. Jugó junto a Bela en la derecha y ganó un Master. Yo no sé qué va a ser al final de su carrera, pero hoy por hoy no lo veo ni cerca de su máxima capacidad, y estamos a 500 puntos de la pareja número uno en la Race.

P.A: ¿Crees que llegará a ser número uno? 

— Sería una gran decepción en mi carrera si Agustín no llega al número uno, está destinado a llegar, y en algún momento de su carrera estoy seguro que lo logrará. Va a dejar su huella en este deporte.

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